Vamos a emprender una aventura en el proceso de la curaciĆ³n. Vamos a comenzar a comprender que las enfermedades no son hechos que nos afectan con cierta aleatoriedad, o en el mejor de los casos, que son hechos en los cuales de alguna manera hemos tenido algo que ver como por ejemplo, enfermar de una infecciĆ³n intestinal por no haber tenido cuidado con los alimentos.
La mayorĆa de nosotros vivimos pensando que en algĆŗn momento enfermaremos de algo, luego nos curaremos y seguiremos con vida. Esto es asĆ, pero tambiĆ©n es cierto que un dĆa enfermaremos y moriremos sin que nada o muy poco podamos hacer al respecto. El reino humano estĆ” plagado de muerte y enfermedad, la verdad es que si no fuera asĆ este mundo no existirĆa como tal. ĀæNos hemos puesto a pensar cuanto dinero mueven todos los sistemas de salud en el mundo? ĀæCuĆ”nta gente quedarĆa desempleada si las enfermedades desaparecieran? El negocio de la salud con todas sus ramas mueve miles de millones cada aƱo. En otras palabras, a este mundo le conviene que la gente se enferme. Lo mismo ocurre con la muerte ĀæCuĆ”ntos negocios giran alrededor de este hecho? Igual que el sistema de salud el sistema de funerarias y negocios colaterales mueve tambiĆ©n miles de millones de dĆ³lares al aƱo. Todo el sistema de creencias de este mundo apunta a eso. Desde niƱos nos enseƱan a creer en la muerte y la enfermedad. Crecemos y el miedo nos hace tomar seguros de vida, de salud, etc. Me pregunto cĆ³mo no vamos a enfermar si en nuestra mente estĆ” que serĆ” asĆ en algĆŗn momento. Creemos en la muerte y nos preparamos para ella comprando incluso con aƱos de anticipaciĆ³n nuestro lugar de descanso eterno. Esto es una locura. Es que ĀæNo nos hemos dado cuenta de que el mundo es solo una idea? Y al ser asĆ, si todos supiĆ©ramos y creyĆ©ramos con cada cĆ©lula de nuestro cuerpo que la muerte y la enfermedad no existen ellas simplemente no existirĆan. Pero a la mayorĆa no le conviene esto. Y en este momento somos parte de la mayorĆa. Entonces este sistema de creencias tiene que cambiar. Si queremos vida y salud nuestro sistema de creencias tiene que ser despiadadamente atacado, con la esperanza de que caiga y sea destruido. Esta es la Ćŗnica esperanza de salud hasta donde puedo ver. Muy poco sirve en realidad la medicina preventiva, actividad fĆsica, dieta sana, no fumar, no beber, no usar drogas, etc., si seguimos con nuestro viejo sistema de creencias.
Pero de donde viene nuestro sistema de creencias. Viene de una serie de acuerdos sociales que se han tomado a travĆ©s de la historia con diversos fines, la mayorĆa de ellos sumamente egoĆstas, crueles y demenciales. Estos acuerdos solo han beneficiado a la gente que maneja el poder y el capital, aunque en el fondo tambiĆ©n ellos han perdido porque igual enferman y mueren sin que ni el poder ni el dinero puedan salvarlos. Este sistema de creencias: quiero decir, la moral, la Ć©tica, las reglas, leyes, costumbres, sociales que son aceptadas y cumplidas por nosotros son las responsables de nuestros padecimientos. Entonces: ĀæPorque no cuestionamos cada uno de estos conceptos? ĀæPor quĆ© no sometemos cada una de las leyes de la sociedad a nuestra comprensiĆ³n y discernimiento? ĀæPor quĆ© seguimos cualquier cosa que la mayorĆa sigue? ĀæPor quĆ© no cuestionamos y vemos si realmente toda esta moral, Ć©tica, principios, valores, etc. atentan o favorecen a nuestra salud? Y si son los generadores de muchas de nuestras enfermedades, Āæpor que no cortamos con esas costumbres y asĆ asumimos una forma de vivir totalmente distinta? Cuando la humanidad llegĆ³ a los acuerdos bajo los cuales vivimos, nosotros no estuvimos presentes para decir acepto o no. Por lo tanto no estamos en la obligaciĆ³n de aceptarlos y mucho menos cumplirlos. No le debemos fidelidad a nada ni a nadie con respecto a estos acuerdos.
Ahora que la informaciĆ³n al fin se abre paso a pesar de todos los obstĆ”culos que le pusieron muchos de los mitos estĆ”n cayendo y caerĆ”n mĆ”s. Las instituciones esotĆ©ricas, ocultistas, etc. mantuvieron en secreto cosas que le hubieran hecho mucho bien a la humanidad hace miles de aƱos si hubieran sido divulgadas. Pero no lo hicieron, entre otras cosas por conveniencias personales. En realidad pasa lo siguiente: es que cuando el conocimiento se universaliza, las instituciones pierden el poder y por lo tanto la parte dirigencial pierde tambiĆ©n poder y dinero.
Hay muchas cosas que tienen que ser derrumbadas, esto no quiere decir que nos tengamos que ir en contra de las instituciones y de la sociedad. La lucha es interna, la lucha es con nosotros mismos. Lo que debe caer es nuestro sistema de creencias. BĆ”sicamente no debe importarnos lo que piensen o hagan los demĆ”s. Hay que derrumbar este sistema de creencias dentro de nosotros y buscar el conocimiento que estĆ” ahora disponible para todo el mundo. Esa es la Ćŗnica esperanza que queda.
aprendizxdexmago@gmail.com
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