Muchos de los dolores físicos que padecemos tienen su origen en alguna parte emocional, psicológica o espiritual. Esto no es exclusivo del descuido de alguno de estos aspectos, si no probablemente de los tres en alguna medida. Si en el camino del autodescubrimiento vamos observando cada una de nuestras acciones, cada uno de nuestros pensamientos, cada uno de nuestros sentimientos, veremos el origen de cualquier circunstancia, dolor, placer, alegría, tristeza, logro, fracaso, etc., en nuestra vida. Esto de observarse toma algún tiempo, además hay personas que no están dispuestas a hacerlo. Aún así es posible descubrir el origen de algún dolor que nos aqueja.
PRACTICA:
Siéntate en algún lugar cómodo. Relájate. Abandona todo pensamiento ajeno. Concéntrate en tu cuerpo, hazte consciente de el. Siente tu respiración más relajada. Siente tu corazón latir e impulsar la sangre que nutre todo tu cuerpo. Cuando ya estés muy consciente de tu cuerpo es momento de concentrarte en el lugar de donde proviene el dolor. Concéntrate en el dolor y en el lugar de donde proviene. Siente amor por la parte de tu cuerpo que está sufriendo. Hazte cada vez más consciente del dolor y de la parte de tu cuerpo dolorida. Así en ese estado deja pasar unos minutos, cinco serían suficientes. Ahora, profundamente concentrado en la actividad que estás realizando posa tus manos en la parte de tu cuerpo aquejada, con la intención de saber acerca de ese dolor. En ese momento cuando poses las manos el lugar de donde proviene el dolor, estate atento a tu mente y corazón. Debes estar muy atento porque allí se darán las respuestas de porque tienes ese dolor. Las respuestas pueden venir constituidas de palabras, visiones, pensamientos, sentimientos o cualquier forma conocida o no de transmisión de información. Luego cuando tengas las imágenes, palabras, sentimientos, pensamientos, etc., pueden darse varias formas de respuesta simultáneamente a diferentes niveles o solo unas cuantas o a veces una sola, la cantidad no importa, lo que importa es que haya algo, entonces tienes que discernir que es lo que la sabiduría de tu cuerpo, mente y alma, está tratando de decirte. Acepta esa respuesta y realiza en tu vida los cambios que sean necesarios.
Muchas veces no nos va a gustar las respuestas porque atentarán contra nuestro mundo. Es decir que muchas veces tendremos que dejar muchas actividades dañinas para nuestra salud. Lo lamentable de todo esto es que muchas de las actividades que nos causan daño son justamente las que proveen dinero y otras cosas a nuestras vidas, en ese caso será muy difícil dejar de hacerlas, el hombre primero renuncia a su vida antes que a la riqueza, la fama o el poder.
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