Este
libro es el resultado de muchos años de experiencias astrales que me llevaron no solo a conocer ese increíble mundo,
sino, a comprender el mensaje escondido en ellas. De nada sirve desdoblarse, si
no hay una comprensión sincera y real de las circunstancias vividas allí.
No se
puede llegar a tener experiencias astrales trascendentales arrastrando cadenas.
Liberarnos de esas cadenas, es algo que debemos hacer si es que queremos
conocer algún día el Astral. Hace falta ser más conscientes, más reflexivos, más
serios, y más responsables.
Este
libro no se enfoca en los métodos para desdoblarse, sino que, aborda lo que es
más importante, la parte psicológica y emocional de alguien que está
aprendiendo. No es posible tener desdoblamientos que contribuyan a nuestro
desarrollo espiritual y humano, si solo nos dedicamos a salir al Astral.
Estar
consciente en esa dimensión, implica cambiar nuestro viejo sistema de valores. Nuestra
perspectiva del mundo tiene que evolucionar a otra donde los conceptos de
desigualdad, bueno y malo, justo e injusto, desaparezcan. Solo así vamos a ser capaces
de comprender el Astral y la trascendental enseñanza escondida allí.
Este
libro está dedicado a todas las personas que no se han rendido ante la ilusión
y la fantasía. Este libro, es para los que no se contentan con la teoría, sino
que tienen el valor de buscar dentro de sí mismos, la libertad y la sabiduría. El
Astral nos muestra nuestro mundo interior. La verdadera espiritualidad viene
del conocimiento de nosotros mismos.
Este libro,
no pretende ser un manual, solo expone de una manera amplia ciertos detalles
importantes que muchas veces son obviados cuando se recorre el camino del
Desdoblamiento Astral. Mi principal objetivo es crear en el lector cuestionamientos
e inquietudes, que hagan que comience a develar la oscuridad aparente y lo
lleven a encontrar su camino.
El camino a la libertad y la sabiduría, ya ha sido explicado por todas las civilizaciones hace miles de años. Ese mensaje sigue vigente, y lo único hacemos, es renovarlo, para que sea comprendido por las nuevas generaciones.
Este
mundo es perfecto, y todos los caminos son válidos. Bajo la mirada de eso que
llamamos Dios, no hay un único sendero; lo que hay, es la divinidad
experimentándose a si misma en infinidad de posibilidades.
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