La inocencia es el estado natural del alma, de tu alma. Nada de lo que hayas hecho la ha mancillado. Tus actos son producto de la inconsciencia y la ignorancia y tu alma está más allá de todo eso. La culpa que sientes, te han enseñado a sentirla. En realidad no existe.
Cualquier sentimiento, idea, pensamiento, acto, de culpa no proviene de tu esencia, de tu alma. Ella proviene del proceso de socialización. La humanidad entre otras cosas ha inventado esta eficaz herramienta para manipular. Nos han enseñado a sentirnos culpables y así contener el ansia irresistible de libertad absoluta. Liberarse de la culpa es indispensable para poder volar en las alas de la libertad. Liberarse de la culpa es necesario porque solo trae tristeza, depresión, angustia, etc. Liberarse de la culpa es lo mejor que puedes hacer en este mundo. Ahora ¿Cómo se libera uno de la culpa? No existe una sola respuesta. Hay muchas terapias que ayudan y todas sirven, pero lo que más ayuda es comprender que ella simplemente en realizad no existe. Al comprender esto, procesos mágicos se desencadenarán en nuestro interior y poco a poco en años la culpa irá desapareciendo, aunque hay niveles y niveles de culpa y en realidad toda la vida estaremos comprendiendo los aspectos más profundos.
Cuando nos liberamos de la culpa, comienza a dibujarse en el horizonte el verdadero camino de nuestra vida. Solo entonces el trabajo del alma comienza a materializarse. Esto es así porque, mientras exista la culpa, esta no deja manifestarse el aspecto más real de cada uno de nosotros.
El sinsentido de existencia que experimentamos en nuestra vida, proviene del hecho de estar viviendo a través de nuestra personalidad, y la personalidad es solo eso, no hay nada más allí. Hacer caso a las órdenes de ella es entrar en un camino infinito de demandas absurdas y sin sentido. La personalidad es la caprichosa, desalmada, irreflexiva entidad a la que estamos sometidos. Lo peor de todo es que creemos somos ella, y nos lanzamos al mundo a la conquista de sus demandas, demandas que nunca acabarán ni serán saciadas. Al final de la vida como es lógico nos sentiremos vacíos. La personalidad solo quiere coleccionar objetos, personas, animales, sentimientos, pensamientos, pero la personalidad no sabe que hacer con todo eso. La personalidad solo se conforma con el goce instantáneo que experimenta al obtener una cosa más para su colección, pero como tú no eres la personalidad, realmente no gozas con este proceso. Como no eres la personalidad en el fondo sabes que toda esa colección infinita de objetos y personas no te sirve y así en lo profundo de ti mismo te sientes infeliz. La personalidad también usa la culpa para manipularte y hacerte esclavo indefinido. Te dice que si haces tal y tal cosa, la culpa desaparecerá y esto nunca ocurre. La personalidad te dice que las cosas no van bien en tu vida porque TU tienes la culpa de algo y así estas pagando tus pecados (por cierto el pecado tampoco no existe pero ese es otro tema). La personalidad te exige expiaciones, sacrificios, penitencias, etc. Y te tiene en un círculo tonto.
Eres inocente como Cristo. Cuando el dice: todos los pecados son perdonados es porque entre otras cosas, el sabe que el pecado y la culpa en realidad no existen.
aprendizxdexmago@gmail.com
4 Comentarios
Personas que podrían usar lo que dices de excusa para andar haciendo desmanes, créeme, ni siquiera van andar leyendo tu página.
Atte. Katty González
Saludos