El Desdoblamiento Astral, desde hace mucho tiempo, al menos
para la sociedad occidental, siempre fue enseñado en algunas escuelas
esotéricas.
Hoy en día, es muy poco lo que las escuelas, sociedades,
grupos, esotéricos, etc., pueden esconder o mantener oculto. Para bien y para
mal, la luz salió. Lo que antes era considerado un secreto, ahora ya no lo es.
Pertenecí una institución esotérica. Mucho de lo que allí me
enseñaron, que por aquella época era conocido por pocos, ahora es de dominio
público. Probablemente, lo único que es esotérico dentro de las instituciones
llamadas así, es su estado financiero.
Muchas personas que quieren aprender a desdoblarse, oyen por
allí, que hay que ser un iniciado para hacer eso. Pero ¿Qué es esto de las
iniciaciones? ¿Son realmente necesarias? ¿Es su influencia real? ¿Qué pasa si
no tenemos iniciaciones?
Hay muchos tipos de Iniciaciones, pero exclusivamente voy a
hablar de las iniciaciones espirituales que se dan en las instituciones
esotéricas. La Iniciación, básicamente, no es buena ni mala. Lo importante de
la Iniciación, es comprender, que hay detrás de eso.
Recuerdo que una noche, (pero no recuerdo de que año ni qué
mes, y menos el día), recibí la iniciación. Fue una ceremonia hermosa donde
vestí una túnica y sandalias. Para entonces, mis desdoblamientos eran
incipientes. No voy a referirme a los detalles de la iniciación, pero lo
extraño en mí fue que no sentí nada especial. Siempre me pasó eso. Desde niño,
no comprendía cómo era que la gente se podía conmover tanto en una misa, o
cuando le rezaba a un santo. En general, las figuras religiosas, nunca me
inspiraron, ni confianza y menos alguna emoción o sentimiento espiritual. Me
preguntaba qué era lo que pasaba conmigo. En el colegio, me sorprendía el que
mis amigos se confesaran con mucha fe, y cumplieran la penitencia de corazón.
Personalmente, siempre me escapé de las confesiones, nunca las hice.
Recuerdo que en mi búsqueda, un año fui a un retiro
espiritual católico para jóvenes que querían ser curas. Recuerdo que cada
mañana antes del desayuno había misa, y cuando el padre estaba con nosotros,
todas las conversaciones eran acerca de Dios, Jesús, la Santa Trinidad., etc.
El último día, hubo una misa especial. Se suponía que todos comulgaríamos, pero
para eso, previamente tendríamos que confesarnos. En el templo del pueblo, cada
uno iba pasando al confesionario. Mientras tanto, una lucha interna se libraba
en mí. No era que no pudiera decirle mis pecados a alguien, sino, era el hecho
de que en mi corazón la religión católica, no significaba nada. No me confesé.
De niño, me preguntaba si es que mi alma tal vez ya había
sido capturada por el diablo, o sería que no la tenía. Me preguntaba eso porque
nunca tuve esa sensibilidad ni credulidad para con todo lo que leía en la
Biblia.
Mi abuela, trató de contenerme en el rebaño cristiano, pero
no pudo. Sus historias acerca del fin del mundo, y su rebuscada creencia en un
Cristo que había muerto no en la cruz, sino en un madero vertical con las manos
atravesadas por un clavo encima de su cabeza, me sonaron siempre absurdas.
Fui a muchas iglesias, instituciones, grupos. La verdad,
nunca sentí esa emoción que vi en algunas ceremonias sabatinas donde la gente
lloraba y levantaba las manos gritando que Cristo había entrado en su vida.
Nunca convulsioné, ni hable en lenguas, y nadie me derribó con un toque en la
frente.
Fui a muchos grupos que se hacían llamar espirituales, pero
tras sus pomposas ceremonias, miradas piadosas y llenas de amor, escondían
algún otro interés político o económico.
En la última institución esotérica que estuve, fue donde
permanecí más tiempo. Fueron años donde en la escalera fui aprendiendo. No me
arrepiento, todo lo que se, viene de allí. En ese grupo, por llamarlo de alguna
manera, recibí la iniciación.
Pensé que luego de la Iniciación vería la luz, pero no fue
así. Pensé: ahora sí, ya soy un iniciado, y reconocí cierto orgullo místico y
desprecio piadoso por los demás que no lo eran. En fin, con la Iniciación
básicamente, nada cambió, en todo caso, en el mejor de los casos, había
descubierto una parte mía que había estado escondida.
No hay nada de especial en una Iniciación si no crees en
ella. Por ese motivo es que ahora considero que nunca la recibí.
Cuando llegó el momento de renegar de mis maestros y mi
escuela y dejarlos, un nexo aún me acompaño por muchos años. El hecho de saber
que yo había estado en una ceremonia en la cual había jurado ciertas cosas,
hacían que esa etapa de mi vida, fuera muy desequilibrante. Me tomó algunos
años sacar de mi mente y corazón todo eso. Cuando lo hice, Un nuevo mundo se me
reveló. Comprendí que nunca había creído en nada ni en nadie, porque el
objetivo de mi alma, era que aprendiera a creer en mí mismo.
El saber que mi aparente insensibilidad era el producto de
mi búsqueda personal, fue un gran alivio. No era un diablo, y sí tenía un alma,
como todos, un alma que en esta oportunidad había decidido revelarse ante sí
misma.
Entonces, los años hicieron que comprendiera que la
Iniciación, solo cumple el papel de cambiar el subconsciente de la persona que
aspira a ella. Es un nuevo nacimiento. La iniciación, marca un antes y un
después en la vida de las personas. Su poder proviene de la fuerza de nuestras
creencias que nos dicen que alguien con más poder, nos ha iniciado en algo.
Mientras más convencidos estemos de esto, más fuerte será su efecto y más
trascendentes sus resultados.
Las Iniciaciones, también sirven para hacer creer a la
gente, que algo es difícil de realizar, que necesitas de información secreta
para hacerlo. Tras el conocimiento “secreto” solo hay sentido común ¿Tenemos
que pasar por alguna iniciación, para darnos cuenta de que desdoblarse es estar
conscientes en nuestros sueños? ¿Debemos ser iniciados para comprender que
debemos llevar una vida disciplinada si queremos desdoblamos? ¿Debemos ser
iniciados para comprender que el desdoblamiento Astral es natural en todos los
seres humanos? Todas las técnicas de desdoblamiento, son sumamente fáciles de
realizar, por eso es que fueron escondidas al público, y se armó todo un halo
de misterio en torno a ellas.
Cuando una persona es Iniciada en algo, no significa que le
han dado algún poder sobrenatural, simplemente le han recordado a su
subconsciente, que puede hacer algo que siempre pudo. A veces necesitamos,
(debido a nuestra baja autoestima, escaza fe y mísera confianza en nosotros
mismos), que alguien que creemos superior, nos diga: eres digno de esto, ahora
puedes, estás en camino de hacer algo.
Si podemos cambiar nuestro subconsciente sin necesidad de
una Iniciación, entonces, no es necesaria. La Iniciación, es solo otro invento
humano, es una herramienta que ayuda, pero que no es definitiva, y no tiene
nada de divino.
¿Cuáles son las ventajas de la Iniciación? Sobre todo, que el mundo cree en ellas. La
gente dice “Soy Iniciado” o “Fui Iniciado en los misterios de tal o cual cosa”,
y la psicología de la humanidad, se rinde y somete, porque para eso ha sido
entrenada: desde niños nos han enseñado a someternos ante lo que la sociedad
dice que es superior, misterioso y oculto.
¿Por qué la gente anda buscando iniciaciones? Porque le da
ese toque de misteriosa divinidad, que no es real, debido a que todos los seres
humanos, somos divinamente misteriosos, con, y sin iniciación.
Pero la causa más importante de buscar Iniciaciones, es
porque de alguna manera hemos decidido vivir de nuestra espiritualidad. En el
mundillo de la libre espiritualidad, es siempre bueno ser un Iniciado, así no
eres del montón, y la gente creerá más en ti, y claro, te dará más monedas por
tu trabajo.
¿Es un Iniciado, más espiritual que uno que no lo es? No.
Muchas veces los Iniciados, son los menos espirituales. Muchos de ellos ni
siquiera creen en las iniciaciones, pero las predican con fervor, porque de eso
depende que la gente a su alrededor, los siga atendiendo y dando de comer. Hay
muchos Iniciados, deambulando por el mundo, aprovechando de su estatus.
No busques Iniciaciones, porque eres hijo de Dios, y como
tal, tienes todo lo que tu padre te heredó. Toda su sabiduría, está en ti. Toda
la capacidad de curarte y desdoblarte, está en ti; solo tienes que reconocer tu
divinidad.
Por buscar y obtener Iniciaciones, en su vida, mucha gente se humilla,
paga, y se somete a las peores vejaciones físicas, morales, y espirituales: están dormidos; y la gente que da esas Iniciaciones, también lo está,
porque lo único que están esperando, son los cientos de dólares que recibirán.
No necesitamos Iniciaciones, nadie las necesita. Lo que
necesitamos, es saber que el pecado no existe, y que por lo tanto, castigo no
hay. Lo que necesitamos saber, es que para ser espirituales, no requerimos que
alguien nos diga que lo somos: la espiritualidad se acepta, no hay que ganarla
ni hacer nada para lograrlo.
Comprender quien es nuestro Padre es importante, cuando lo
comprendemos, también aceptamos que su ADN espiritual está en nosotros. Cuando
comprendemos que somos Dios, y que solo tenemos que reconocerlo, la verdadera
Iniciación ha ocurrido, y para eso, no necesitamos de terceros.
Si no tenemos iniciaciones, no importa. Para alguien que
está buscando la libertad y el amor, no es importante.
Cree que puedes y podrás. Cree que eres un canal de la
energía superior y lo serás. Cree que puedes desdoblarte para experimentar
cosas maravillosas, mágicas, y lo harás.
Ivan Guevara
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