AMOLDAR EL ASTRAL A TU VIDA O AMOLDAR TU VIDA AL ASTRAL

¿Quién nos enseño que dada nuestra pequeñez en el universo, este debería amoldarse a nosotros? ¿Quién nos dijo que todo debe someterse nuestro mundo particular? ¿Quién nos hizo creer que somos más grades que la naturaleza, separándonos así de ella? Tanta soberbia no se había visto desde que el ser humano dejó de participar directamente en la obtención de su sustento. Cuando el ser humano dejó de cazar, sembrar, y criar animales para su alimentación, perdió la ruta, perdió el respeto por la tierra que lo sostiene y por el universo en general, se convirtió en comerciante, o aprendió algún oficio el que le permitía obtener su alimento sin participar directamente en la obtención o producción de este. Esto dio como resultado, la creencia de vivir separado del resto del mundo. 




No necesitamos matar un pollo para alimentarnos, vamos al supermercado y compramos uno en trozos que difícilmente se asemeja al animal vivo. Siempre que tengamos dinero, el alimento estará allí, qué importa el resto.

El dinero nos ha dado de alguna manera la libertad de poder decidir como queremos vivir nuestras vidas sin que nada ni nadie interfiera en ello. Esa falsa seguridad que el dinero nos ha dado, la hemos transferido en estos tiempos a todo. No debe hacer calor, porque me molesta y estropea mi piel. No debe llover, porque me deprime y ensucia mis zapatos. No debe hacer viento porque me despeina. No debe estar nublado que no podré lucirme con la tanga que compré. No debe caer un asteroide sobre la tierra porque, qué sería de mi y de mi negocio. A ese punto hemos llegado, y ese punto se llama soberbia. 

Cada ser humano, debido a una mal entendida alta autoestima, se cree el solcito de su sistema planetario donde todos los demás giran a su alrededor. Pues bien, en el Mundo Físico, donde la interrelación entre humanos se ha vuelto muchas veces imprescindible para la subsistencia, esto dependiendo de a donde queramos llegar, los solcitos tienen muchos planetas girando en torno a ellos. El solcito dice haz esto y el planeta lo hace; el solcito dice quiero esto y lo consigue; el solcito dice campo que voy a avanzar, y el espacio aparece. El mundo, superficialmente funciona así, pero el que nuestro mundo y sus relaciones superficiales funcione de esta manera, no significa que todo, absolutamente todo este atento a nuestros deseos. 

Hay una gran traba en el Desdoblamiento Astral, yo le llamaría un tamiz imposible de sortear si no se tiene el suficiente tamaño para atravesar la microscópica rejilla. Ese tamaño se llama humildad. Humildad frente a la naturaleza. Humildad ante lo infinito que es el universo físico, y lo más que infinito que son los universos imperceptibles al ojo humano. Esa humildad nos hace comprender con el tiempo, a veces muchos años, que no podemos amoldar el Desdoblamiento Astral a nuestra vida, si no que, vamos a tener que amoldar nuestra vida al Desdoblamiento Astral. 

Hay muchas formas de lograr un Viaje Astral, muchas en realidad, y cada día aparecen más, pero son solo el primer paso. Una vez que logramos desprendernos de nuestro Cuerpo Físico, la siguiente tarea es, aprender a estar más "tiempo" y mas conscientes en el Astral, es allí donde nada artificial podrá ayudarnos. La lucidez en el Astral, es solo la repercusión de la lucidez en el Mundo Físico. Lo conscientes que estemos en Astral, solo es la repercusión de lo conscientes que seamos en la Tercera Dimensión. La conciencia en el Mundo Físico, viene de DARSE CUENTA. Pero, qué es darse cuenta: ¿Darse cuenta de que hay un tirano gobernándonos? ¿Darse cuenta de que el vecino es un hipócrita? ¿Darse cuenta de que el hijo de la vecina es delincuente? ¿Darse cuenta de que los gobernantes de izquierda son todos unos tiranos y los de derecha son unos explotadores despiadados? ¿Darse cuenta de que los Católicos encubren entre ellos sus fechorías? ¿Darse cuenta de que Juanito es un vil embustero, y Lolita es una puta? No. Es no es darse cuenta. Es más si uno vive así está profundamente dormido. Darse cuenta significa comprender que todo eso que juzgamos allá fuera, está dentro de nosotros. Mientras no nos demos cuenta que somos todo eso que juzgamos, seguiremos intentando amoldar, acoplar, el Desdoblamiento Astral a nuestras vidas. Si hacemos esto, es lógico que no lograremos nada, y si logramos sentir algunos síntomas, y tener algunos sueños lúcidos, es seguro que no pasaremos de allí, toda la vida. 

Entonces no puedo ser un bebedor y llevar una vida desordenada y aspirar a desdoblarme. No puedo estar enfocado en mis proyectos materiales y decir de boca para afuera que soy espiritual y que ansío lograr el Viaje Astral, cuando el brillo del oro y el olor de los dólares me hacen perder el sueño. 

Hay algo de lo que no nos hemos dado cuenta, y es que cada quien en su vida, obtiene lo que en su escala de demandas es prioritario. Al observador muchas veces esto le puede parecer contradictorio, porque hay gente que dice que no le importa el dinero, pero lo tiene en abundancia, en realidad eso solo indica que esa gente sabe cubrir muy bien sus reales deseos, y dice una cosa pero en el fondo hace otra. Si es que somos así, si nos interesa el dinero, la fama, el poder, y nos vestimos de corderos, para sorprender a los incautos, estoy seguro, nunca lograremos un Desdoblamiento Astral, obtendremos lo que nuestra prioridad nos indica. 

El Desdoblamiento Astral, no es solo la practica de algún método para lograrlo, yo diría que  eso, es solo el diez por ciento del total; el noventa por ciento del Desdoblamiento Astral , es trabajo mental, emocional, y físico. Es una actividad intencional que se ejerce de por vida, donde vamos reeducando nuestra mente, emociones, sentimientos, y movimientos y los vamos llevando a su estado natural de alerta percepción, de conciencia total, para que así nos DEMOS CUENTA de lo que está ocurriendo en nuestro interior y así dejemos de comportarnos como lo hacemos. Ese estado de alerta, de lucidez, de conciencia total luego solo se transfiere al Astral, permitiéndonos luego, poco a poco, convertirnos en habitantes de esa dimensión.

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