—He tratado de cambiar, pero es difícil, no he podido.
—Nada
te lo impide. Si supieras que es tan fácil dejar de hacer algo, y comenzar a
hacer algo diferente, no te detendrías.
—Entonces,
qué me lo impide.
—Tú
mismo, tú subconsciente. En ese lado oscuro se esconden los responsables de tus
decisiones absurdas. El despertar, es un proceso en el que te das cuenta y
haces conciencia, de cómo cada uno de tus sentimientos, pensamientos, y
acciones, han influido en tus vidas anteriores, y por supuesto en ésta. Cuando
experimentas a través de la Conciencia, una situación dada hace muchas vidas,
ella, hace que comprendas lo absurdo de muchas de tus decisiones basadas en
miedos, traumas, ansiedades, ambiciones, etc. Cada uno de los pasos que te han
llevado al lugar en que te encuentras actualmente, son el resultado de
decisiones demenciales.
Muchas
de las trabas en tu vida actual, tienen su origen en traumas transtemporales
que se expresan en un eterno ahora: es como si hubieran ocurrido hace unos
minutos en tu vida. Las experiencias no digeridas han hecho que cultives
actitudes, emociones, y pensamientos autodestructivos. Gracias a ellos has
vivido creyendo ser, equivocadamente, víctima del mundo y las personas.
—Pero
hay muchas cosas que me ocurrieron por culpa de otros —se quejó Julius.
—Esa
es tu percepción. Siempre es más fácil responsabilizar alguien más por nuestros
fracasos.
—¿Aún
si ellos han actuado con malicia, y alevosía?
—Aun
así. Estaba en ti darte cuenta de sus intenciones, si no lo hiciste, entonces
es tu responsabilidad. Siempre tenemos el poder de decir basta, pero nos han
criado para no hacerlo, y aguantar todo.
—Yo
no aguanto todo.
—Eso
es lo que crees, solo espera que se dé la circunstancia indicada, y aceptarás
cualquier cosa, y claro, luego culparás a los demás de tus desgracias —Elam
rio—. Asume la responsabilidad de todos tus actos, pensamientos, y
sentimientos, hasta de tu respiración; así nunca te ira mal, y si te va mal,
sabrás que el que falló fuiste tú, entonces corregirás, te perfeccionarás, para
no caer nuevamente.
Tienes
que hacerte responsable, eso es, responder por cada una de las reacciones que
generes en tu paso por la Tierra. Responder es, asumir las consecuencias de
cualquier decisión que tomes, no importa si es una decisión u otra; no importa
si vas a un lado, o a otro; lo que importa es que, en cualquier caso, asumes
todo lo que viene con la alternativa que has elegido. Si actúas así, no hay
tiempo para quejarse, ni lamentarse, ni culpar a nadie, eres consciente.
En
la aventura de ser un Ser humano, hemos hecho muchas promesas: promesas a
nosotros mismos, a otras personas, a figuras más abstractas como grupos
religiosos, espirituales, delincuenciales, etc.; figuras de autoridad y poder;
instituciones,…, Hemos jurado ser esto o lo otro; hacer esto o aquello; y así,
vida tras vida venimos cumpliendo antiguos compromisos, y promesas, sin tener
la posibilidad, ni la capacidad, de decir basta.
Haces
terapias, te pones una disciplina, vas al psicoanalista, al psicólogo, te juras
que harás tal, o cual cosa, y no puedes. Desde el fondo de tu mente, órdenes
secretas y poderosas, guían despiadadamente tus decisiones; inevitablemente
bajas la cabeza y actúas como cuando estabas frente a las personas que hicieron
que prometieras muchas cosas. Es tanto el poder de esas promesas, que si no te
haces consciente de ello, el camino hacia la libertad, será más que imposible.
Esas
promesas iban en un tono parecido a: “Prometo dar la vida a esta organización”
“Prometo defender mi país” “Prometo guardar el secreto”, etc. Otras promesas
fueron más íntimas, y decían: “Prometo ser un buen estudiante” “Prometo nunca
portarme mal” “Prometo hacer caso a mi madre” “Prometo ser fiel a Dios”
“Prometo ser buen Cristiano” “Prometo no ser violento” “Prometo nunca más pegar
a mis compañeros” “Prometo obedecer al profesor” ”Prometo ser fiel a esta
religión”, etc. Todo esto fue hecho con un corazón inocente y receptivo; así,
han quedado grabadas profundamente en tu subconsciente; desde allí actúan
invisiblemente, y guían toda tu vida.
Vida
tras vida, venimos cumpliendo fielmente nuestros compromisos para con los
demás, y nos hemos olvidado completamente de nosotros; la muestra de ello está
en los auto sacrificios absurdos, inmolaciones demenciales e innecesarias que
hacemos: comportamientos aparentemente buenos, que solo son máscaras del
terrible desprecio que sentimos por nosotros mismos, y por los demás; no hemos
comprendido que una parte del amor real, es el amarse uno mismo
incondicionalmente, y por lo tanto, dejar de hacerse daño de cualquier manera.
Muchas
de las promesas que hicimos, ayudan en este Mundo Tridimensional a obtener
cosas, y personas; pero si hemos decidido experimentar otras realidades, y no
solo eso, si alguna vez queremos tener la oportunidad de existir en ellas, las
promesas son una traba muy seria.
El
Desdoblamiento Astral, necesita de mucha energía, energía que desperdiciamos
cumpliendo las promesas que hicimos sin siquiera haber tenido el derecho de
reflexionar, y luego decidir, si era bueno o malo, para nosotros. En la escala
jerárquica de: PADRE—hijo, PROFESOR—estudiante, PASTOR—oveja,
MAESTRO—discípulo, ABUELO—nieto, DIOS—yo, etc., se nos ha impuesto ideas que se
han quedado allí sin ser cuestionadas, esperando el momento oportuno para
manifestarse, e impedir que la oveja deje el redil.
Cuando
comienzas a estar consciente en el Astral, definitivamente te estás saliendo
del rebaño. Las religiones, escuelas, sectas, grupos místicos, grupos
esotéricos, logias, etc., caen. Todos los ismos, dejan de tener sentido, porque
uno se enfrenta a la inmensidad del infinito abstracto; ese infinito con el
tiempo necesitará, más energía para ser explorado, el obtenerla dependerá en
una parte, de cuan hábiles seamos acabando con las promesas hechas. El
principal obstáculo en esto es, que cuando uno quiere tomar decisiones
trascendentales para cambiar su vida radicalmente, y mejorar su energía en cantidad,
y en calidad, en algún rincón de nuestro subconsciente nace la idea de que con
esta actitud, estamos traicionando al padre, a la madre, al profesor, al cura,
al pastor, al gurú, al maestro, a Dios, a algún santo, etc.; pero no olvidemos,
que la peor traición, es traicionarse a uno mismo.
Es
importante dejar atrás, acabar, terminar con las promesas que hicimos. Debes ir
recordando poco a poco todas, hacerte consciente de lo que está involucrado en
ello, de cuanta energía has gastado en tantos años cumpliendo esas órdenes, es
un elemento que no puede faltar en tu trabajo de sinceridad. Cuando se es
consciente de todo eso, sencillamente, las obligaciones terminan.
Un
guerrero necesita ser dueño de sí mismo, y de su vida; necesita ser dueño de
sus decisiones, y de sus responsabilidades; solo así podrá afrontar el reto de
aprender a vivir en una realidad totalmente diferente a la que conoce. La
libertad a la que aspira un guerrero es la que se expresa desde su interior,
por eso el guerrero no lucha contra nada que esté fuera de él; sabe que su
libertad está en sus manos, y en las de nadie más.
—No
había pensado en eso —dijo Julius.
—Muchas
situaciones que experimentas en tu vida —continuó hablando pausadamente Elam—,
son el resultado de situaciones traumáticas que se dieron cuando eras un niño
muy pequeño; incluso, una buena parte viene de la etapa embrionaria en el
vientre de tu madre. Las circunstancias que ella vivió, sean estas felices, o
dolorosas, afectaron tu desarrollo y dejaron su sello en tu alma. Cuando en el
Astral regreses a ese espacio-tiempo, experimentarás nuevamente ese evento; atravesarás
una vez más ese drama, solo que esta vez, serás el observador, y el actor a la
vez. Eso te dará una comprensión superior sobre el dolor que viviste: sabrás
dónde, y cómo se originó. Ese recuerdo, cuando despiertes y regreses a tu
Cuerpo Físico, se guardará en la memoria, y no es necesario hacer ningún otro
trabajo más, la Conciencia, al haber iluminado esa zona obscura de tu
psicología, hará su reingeniería del alma. Con un poco de tiempo, los problemas
y las angustias inexplicables, desaparecerán. Eso modificará radicalmente tu
vida, porque nueva energía emocional, y mental, atraerá nuevas circunstancias.
Sin angustia, soledad, y pena, la vida podrá llenarse de eventos más felices.
—Auto
estima —interrumpió Julius.
De venta en Amazon:
Amazon US: http://www.amazon.com/dp/B00BSYEBG6
Amazon UK:https://www.amazon.co.uk/dp/B00BSYEBG6
Amazon DE: https://www.amazon.de/dp/B00BSYEBG6
Amazon FR:https://www.amazon.fr/dp/B00BSYEBG6
Amazon ES:https://www.amazon.es/dp/B00BSYEBG6
Amazon IT:https://www.amazon.it/dp/B00BSYEBG6
Amazon JP:http://www.amazon.co.jp/dp/B00BSYEBG6
0 Comentarios