MASCULINO FEMENINO


¿Qué es ser hombre? ¿Qué es ser mujer? Lo más probable es, que al tratar de responder estas dos preguntas, terminemos haciendo una larga lista de las características que definen a cada una de ellas. Pero  ¿De done sacamos esas características? ¿De dónde saló esa lista? ¿Nos la inventamos? De cierta manera sí.


Desde su aparición en la tierra, el ser humano ha ido inventado una serie de características beneficiosa para nuestra exitosa presencia en este mundo. Las características que sirven para el éxito de nuestra especie tienden a perpetuarse y las que no sencillamente van desapareciendo.


Así, las listas de las características masculinas y femeninas han evolucionando y lo seguirán haciendo. Cada época impondrá sus aportes y cada cultura, sociedad, comunidad, grupo, etc., inventará e impondrá nuevas características que sean beneficiosas para su éxito. Este juego se ha venido jugando desde que aparecimos sobre la faz de la tierra.


Desde los antiguos jefes de tribus, reyes, eclesiásticos, rabinos, pastores, gurús, maestros, diseñadores, el mercado, etc., en fin, gente que de alguna manera ostenta poder, se ha dado la  difícil y divertida  tarea de decirle al nuestra civilización lo que es ser hombre o mujer.


Probablemente los más radicales en todo esto son los grupos religiosos, espirituales, etc., que con fines muy egoístas definen y definieron a su conveniencia lo que es ser hombre o mujer.




Lo más gracioso de todo esto es que somos básicamente esas listas dependiendo de lo que seamos. Nos pasamos nuestra vida tratando de estar a la altura de estas listas. Nos empeñamos en actuar como hombres o como mujeres por la presión general. Nunca nos ponemos por un momento a pensar: ¿Qué? ¿Cómo? “Me parece que hay algo que no está muy bien allí”. Cuando uno se da cuenta de que somos lo que se ha escrito, dicho,  que debemos ser, en casi todo lo que respecta al ser humano, uno también se da cuenta de que lo que ha venido haciendo es, seguir un guión, que en nada lo va a beneficiar con fines realmente trascendentales en la evolución espiritual.


Desde los inventores de los libros “sagrados”, de cuya inspiración se dice que ha sido dios, cuando dios no ha dicho nada ni dirá nunca nada al respecto;  se nos ha inculcado muy sutil pero profundamente en la mente, lo que debemos ser y hacer. Si todo eso fuera realmente útil, hace tiempo que habríamos trascendido el estado en el que se encuentra la humanidad que trata de ocultar su miseria con tecnología e hipócrita diplomacia.


 En fin, de lo que debemos  darnos cuenta, es, de que seamos lo que seamos, no estamos haciendo otra cosa que aumentar más y más  líneas a la lista a cada momento. Leemos un libro y aumentamos nuestra lista, o sacamos algunas cosas que no nos gustan y ponemos otras en su lugar. Vemos una película y hacemos lo mismo. Vamos a una conferencia, y, hacemos lo mismo. Vamos donde el pastor, y, hacemos lo mismo. Vamos al terapeuta, al psicólogo etc., y, hacemos lo mismo. Hablamos con la vecina, con la amiga o el amigo, y,  una vez más, hacemos lo mismo.


Entonces: ¿Qué es ser varón? ¿Qué es ser mujer? ¿Cómo llegar a experimentar lo que es ser alguno de estos dos aspectos  sin seguir guiones? Solo hay una respuesta: hay que olvidar todo lo que la civilización humana ha dicho al respecto. Solo cuando estemos libres de definiciones podremos sentir lo que es ser varón o mujer, macho o hembra, positivo o negativo.


Las ideas son energía, cada pensamiento, sea aun del más trivial tema, hace circular energía por nuestro organismo, así, modifica, afecta, nuestra apariencia, salud, equilibrio emocional, equilibrio espiritual, etc. Cada definición que tenemos en la mente es energía de una determinada característica que anula o mezcla y distorsiona las verdaderas energías masculinas y femeninas.


Esta dualidad (positivo-negativo) existe naturalmente en el universo, cada uno tiene un papel específico en la creación y evolución de todo lo conocido y desconocido. Estas energías también circulan por nosotros y forman parte vital de todos nuestros procesos fisiológicos, emocionales, psicológicos y espirituales.  Ser Hombre o ser mujer es polarizarse con alguna de estas dos energías y hacer que se exprese a través nuestro. Para eso hay que olvidar, borrar, tirar a la basura, todo cuanto nos han enseñado acerca de lo que es ser hombre y mujer. Solo cuando hagamos eso, estaremos en la capacidad de no distorsionar y deformar la energía relacionada con nuestro sexo.


Habrá que darse la libertad de experimentar la energía masculina o femenina sin definiciones interesadas, sin reglas, sin camino, sin guía,  y aprender lo que es ser hombre o lo que es ser mujer.


Trascender el miedo a abandonar nuestro estado actual probablemente será la principal dificultad. Todo lo que tenemos se lo debemos a quienes somos ahora. Tal vez, el saber que lo que somos es solo un invento de la sociedad y que solo estamos actuando algún papel, sirva de incentivo para buscar quienes realmente somos. La trascendencia espiritual no puede lograrse jugando, actuando a ser algo.


Experimentar la energía femenina en el caso de las mujeres y la energía masculina en el caso de los varones es toda una aventura de autodescubrimiento que a cada paso traerá sorpresas  nuevas y sorprendentes.


¿Qué pasará cuando la energía femenina circule por nuestra anatomía multidimensional? ¿Qué pasará cuando la energía masculina circule por nuestra anatomía multidimensional? Solo arriesgándonos lo sabremos.


En pleno siglo 21 donde muchos mitos y tabúes caen, habrá gente que no quiera polarizarse, habrá gente que se sienta cómoda con una energía opuesta a la de su sexo, o también habrá gente que quiera experimentar las dos energías activamente, pienso que cada quien está en la libertad de experimentar lo que desee en el afán de búsqueda sincera de sí mismo.


Mucho se ha dicho que, el fuego quema y que puede causar gran dolor, pero, si nos quedamos con lo que se ha dicho, en realidad nunca sabremos nada, habrá que jugar con el fuego, quemarse, o quien sabe no nos quememos, pero habrá que jugar. Aprender del único y verdadero maestro es el camino, es la tarea, y, el único gran maestro de tu vida eres TÚ.

ivn
aprendizxdexmago@gmail.com

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2 Comentarios

Alabel ha dicho que…
Totalmente de acuerdo con tus palabras.
Somos como un rebaño de borregos siguiendo al pastor.
La mujer tiene que desempeñar ciertas tareas en todos los aspectos y el hombre otras, según la sociedad y la domesticación que hemos llevado desde pequeños.
Cuando entra el entendimiento es cuando llega la verdadera libertad, la libertar de hacer por bienestar y por amor, es ahí donde encontramos la satisfacción plena, es cuando nos deja de "pesar", es cuando tanto las labores como los pensamientos y acciones toman un giro guiado por los deseos de el corazón, los deseos de tu interior mismo, tu YO SOY hombre o mujer no importa.
Cuando dejas a un lado el ruido de afuera y escuchas tu interior cuando calmas tus pasos y das voz a tu alma es cuando lo bueno comienza a suceder.
ivn ha dicho que…
Totalmente de acuerdo.
Saludos